Esta medida se ha acordado recientemente en una reunión mantenida entre el delegado de Medio Ambiente en Málaga, Adolfo Moreno, y representantes de las principales comunidades de regantes de la Axarquía, en la que se ha analizado la situación hídrica de la zona y del embalse de La Viñuela, que se encuentra al 22 por ciento de su capacidad.
En el encuentro se ha abordado cómo llevar a cabo técnicamente las cuestiones decididas en el comité de gestión del agua que se celebró el pasado jueves, y se ha consensuado que la reducción en los riegos comience en diciembre y que, en principio, se prolongue también durante enero y febrero.
La Junta de Andalucía ha informado que precisamente, esos meses son en los que los agricultores necesitan menos agua en sus campos, debido a los cultivos existentes en la comarca, que es la principal productora nacional de frutos subtropicales, caso del aguacate y el mango.
Asimismo, según el gobierno andaluz, se ha acordado que el sistema de explotación de La Viñuela colocará un sistema de regulación de caudal en las tomas de riego existentes para regadío, para poder controlar de forma efectiva el agua utilizada, en función de los parámetros establecidos en la reunión del comité de gestión.
La administración y los regantes continuarán manteniendo reuniones periódicas para la puesta en común de todas las medidas referidas al abastecimiento y suministro de agua para riegos.
Por su parte, los regantes han manifestado que se ven obligados a aceptar esta reducción, ya que el pantano acumula actualmente algo menos de 38 hectómetros cúbicos, pero han expresado su malestar por «la inacción» de la Junta en los últimos años para acometer infraestructuras hídricas.
Alejandro Clavero, presidente de la comunidad de regantes Valle del Río Benamargosa, ha señalado que el sector no descarta celebrar una asamblea para decidir algún tipo de protesta o movilización.
«Ante una reducción del suministro del 60 por ciento, los regantes tenemos que tener algún instrumento para trasladar nuestro desencanto, porque no es de recibo que en veintidós años desde la sequía de 1995 no se haya hecho ninguna actuación importante que podría haber paliado en parte el problema que tenemos ahora», ha argumentado
