El nuevo método, desarrollado por Antonio López, investigador del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente (IIAMA) de la UPV, se ha hecho empleando como caso de estudio la cuenca del Júcar, según han informado a EFE fuentes de la institución.
Con este modelo se han analizado los efectos que tendría sobre el sistema del Júcar la implementación de determinadas medidas de mitigación, como la puesta en funcionamiento de los «pozos de emergencia de sequía», que ya se activaron entre 2005 y 2008 para tratar de suministrar el total de la demanda objetivo de los usuarios.
En este caso se comprobó que, con estos nuevos recursos, se pueden reducir significativamente las pérdidas económicas, determinando la rentabilidad económica de esta medida, tal y como asevera el investigador del IIAMA.
«Los resultados obtenidos ilustran la importancia del uso conjunto de aguas superficiales y subterráneas para amortiguar las pérdidas de la sequía en la agricultura», ha asegurado.