Una pequeña cantidad se exportó a los mercados de países terceros (2.500 toneladas) y el mercado interior se estima en 7.000 toneladas con un ligero crecimiento y una mayor presencia del pomelo en los lineales de los supermercados y fruterías.
Finalmente, la industria transformó unas 10.000 toneladas absorbiendo la fruta de menor calidad. «Para esta campaña nos encontramos con menos piezas de fruta por árbol y se espera pomelo de mayor tamaño», añade Ailimpo.
«Se mantiene la superficie en producción y la disminución de cosecha se debe a una floración irregular que ha afectado de forma desigual a la producción, ya que el descenso de cosecha se aprecia de forma más acusada en las plantaciones de mayor edad, mientras que la previsión de producción en las plantaciones jóvenes es similar a la de la campaña pasada», agrega.