Retail

Supermercados dicen alimentos desperdiciados suponen menos del 1 por ciento de ventas

Las principales cadenas españolas de supermercados han informado de que el volumen de alimentos desperdiciados en sus tiendas representa una cifra inferior al 1 % del producto que comercializan.

Así lo han señalado los responsables de las dos principales entidades patronales del sector (ACES y Asedas) en una comparecencia celebrada en el Senado, que está convocando a los diferentes eslabones de la cadena alimentaria -agricultores, industria, distribución, restauración y consumidor- para conocer su posición sobre las medidas a tomar para reducir el desperdicio alimentario.

España es el séptimo país de la UE que más alimentos tira a la basura, con 7,7 millones de toneladas, y para combatirlo ya se debate en el Parlamento una proposición de ley (llamada del Buen Samaritano).

Los dos representantes del sector de la distribución han coincidido a la hora de recordar que en el supermercado se calcula que se registra el 5 % de todo el desperdicio, frente al 42 % que suponen los hogares, el 39 % de la industria o el 14 % de los restaurantes.

El presidente de ACES -que agrupa a Carrefour Express, Eroski, Lidl, Sabeco y SuperCor-, Aurelio del Pino, ha defendido ante la Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación del Senado que una de las claves es asegurar que sea el receptor de la donación el que asuma los compromisos relacionados con la seguridad alimentaria.

En su opinión, los bancos de alimentos -habituales receptores de esta comida- «están cada vez más preparados y profesionalizados» para gestionar este tipo de donaciones.

«La distribución sólo representa el 5 % del desperdicio generado dentro de la cadena, por lo que entendemos que hay que centrar los esfuerzos en los eslabones donde haya más desperdicio, como los hogares», ha insistido Del Pino, quien ha instado a aprobar medidas pero de forma «consensuada» con los agentes empresariales.

El director general de Asedas -que cuenta con Mercadona, DIA y más de una decena de cooperativas regionales entre sus asociados-, Ignacio García Magarzo, ha incidido en la importancia de actuar en el hogar, donde mayor cantidad de comida se desperdicia, y ha abogado por «no culpabilizar» a ningún sector y actuar de forma conjunta teniendo en cuenta que se trata de un tema «complejo».

De acuerdo con sus datos, los supermercados representados por la entidad patronal donan anualmente cerca de 13.000 toneladas de alimentos, con un valor de mercado próximo a los 30 millones de euros.

«Mejorar la donación es clave, y para eso hay que mejorar la comunicación con los bancos de alimentos, pero también su infraestructura, capacitación y personal», ha señalado Magarzo.

Ha apostado, asimismo, por «eliminar las cargas impositivas a la donación» de forma «urgente» para que los supermercados no tengan que pagar el IVA del producto que entregan gratuitamente, ya que al no ser vendido al cliente acaba suponiendo un coste para la empresa.

En sus intervenciones, tanto Magarzo como Del Pino también han apuntado que ya se han puesto en marcha durante los últimos años numerosas medidas para mejorar su eficiencia y reducir el desperdicio de comida, como los pedidos automáticos para aprovisionarse, una manipulación en tienda del producto fresco más profesional o la reforma del tamaño de los envases.

Precisamente, el formato de estos envases es uno de los puntos clave a analizar debido a la proliferación de hogares individuales y de menor tamaño que en el pasado, lo que exige a la distribución adaptarse a un cliente que demanda raciones más pequeñas para evitar que la comida caduque.