Aseguran que es «imprescindible» que se tengan en cuenta las condiciones particulares del campo almeriense, el mayor productor español de hortalizas, en cuanto a la disponibilidad del recurso y la escasa pluviometría.
Sánchez Haro ha sostenido que cada administración y cada agente implicado «ha de asumir su papel y su responsabilidad sin reservas», aunque mantiene que para paliar el déficit de agua de Almería el Gobierno central debe de acometer «de una vez» las inversiones que son de su competencia en la provincia.
Asimismo, ha reclamado al Gobierno un «precio justo» para el agua desalada y una ley estatal que lo regule, y se ha referido al posible cierre del trasvase Negratín-Almanzora, «tan importante para los regantes del Almanzora y ante lo que el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente tiene mucho que decir».