El estudio señala que, en su estrategia, Mercadona combina las inversiones en las personas con «decisiones operativas» que aumentan la productividad y la aportación de sus trabajadores, lo que permite ofrecer una «buena experiencia» a los clientes.
Además, la publicación también destaca la implementación de nuevas tecnologías en la empresa, con la que Mercadona consiguió «aumentar su productividad» a pesar de una gran inversión «sin despidos», después de destinar 600 millones de euros entre 2005 y 2008 para mejorar la logística y gestión de sus tiendas.
Y es que, según las profesoras del MIT, la cadena de supermercados pudo llevar a cabo este proceso «sin grandes contratiempos» porque sus trabajadores «fueron involucrados», al recibir una amplia formación en su uso, lo que posibilitó que éstos pudieran ayudar a los clientes a acostumbrarse a los cambios.