En el primer caso, de acuerdo con los cálculos de AVA, la caída productiva será del 29,8 por ciento, mientras que en el segundo la merma se situará ligeramente por encima del 28 por ciento, según ha informado la entidad a través de un comunicado. Por variedades destacan las bajadas del 40,5 por ciento y del 38,7 por ciento previstas para satsumas y clementinas tempranas respectivamente, así como un descenso del 28,8 por ciento para la naranja navel.
Las causas de esa reducción de la producción citrícola valenciana se explican en la alternancia natural que, en términos de cosecha, caracteriza a las campañas, es decir, a un ejercicio de producción elevada, como fue el caso del anterior, suele sucederle otro menos fecundo.
El segundo de los motivos está relacionado con determinados fenómenos climáticos y su incidencia negativa sobre la evolución fisiológica del arbolado. Durante el mes de diciembre se acumularon una serie de días de copiosas lluvias que afectaron a las raíces y debilitaron a naranjos y mandarinos, que sobre todo en las zonas más llanas y, con la llegada de la primavera, presentaban un aspecto amarillento y alicaído.