Después de varias entrevistas y contactos con agricultores y vecinos del lugar, los investigadores averiguaron que una furgoneta sospechosa con tres personas en su interior había estado por la zona.
Las pesquisas se centraron entonces en almacenes de compra-venta de cítricos de esa localidad y de otras cercanas por si estos individuos habían acudido con las naranjas para venderlas.
«Al día siguiente, en una de las inspecciones a un almacén de Pego, se obtuvieron elementos coincidentes con la furgoneta que se buscaba y las cantidades y variedad de naranjas sustraídas», indica la nota de prensa.




















