«La baja afiliación de los productores de patata de Castilla y León a organizaciones agrarias nos ha impedido llegar a ese porcentaje de representatividad», ha explicado antes de apuntar que la solución podría pasar por el impulso de una asociación que de voz a esos agricultores. A su juicio, «la interprofesional de la patata de Castilla y León puede ser «un trampolín para hacer la de ámbito nacional».
Ha reconocido que los buenos precios en origen en estas dos últimas temporadas ha provocado que los productores reticentes a la puesta en marcha de la interprofesional se hayan olvidado de los beneficios de esta plataforma sectorial, en la que también están representados comercializadores e industria.
«Una interprofesional vertebraría y daría estructura al sector ante las presiones de la gran distribución y serviría de plataforma para la promoción de la patata castellanoleonesa», ha mencionado.