Los análisis muestran la posibilidad de disminuir la frecuencia de los tratamientos de fitosanitarios, ya que en el 94 % de los casos la productividad se mantiene o mejora; en el 78 %, se mantiene o mejora la rentabilidad; aunque en el 89 % de las situaciones no se genera una ganancia económica. Los datos se basaron en el estudio realizado en 946 granjas francesas que cultivaban grandes cultivos convencionales con diferentes niveles de uso de plaguicidas y diversas prácticas agrícolas.
La reducción media para las fincas que modifican su sistema de cultivo estaría en torno al 42 % (sin pérdidas de ganancias, ni rentabilidad); así las explotaciones que modificaron sus prácticas podrían reducir su uso promedio de herbicidas en un 37 %, el de los fungicidas en un 47 % y el de los insecticidas en un 60 %. Extrapolando los resultados al conjunto de Francia, la investigación revela que el uso de fitosanitarios podría reducirse en un 30 % a aquellas explotaciones que no pudieron cambiar sus sistemas sin que afectara a su rentabilidad.
Estos resultados demuestran que es posible reducir el uso de plaguicidas sin reducir los resultados desde el punto de vista técnico y económico, siempre y cuando se hagan cambios sustanciales en los sistemas de cultivo.