Para Buryaile, el acuerdo «no es ni todo lo auspicioso que la Argentina querría» ni todo lo malo como «decían» cuando estaba cerrado el mercado, y subrayó además que «es la demostración de la importancia que le da el Gobierno (argentino) a las economías regionales».
En este sentido, el jerarca argentino valoró que su país «está entrando al primer importador mundial de alimentos, que es Estados Unidos» y resaltó que ingresar allí es un «símbolo de calidad y sanidad» ya que este hecho también es tenido en consideración por otros países para la «apertura de sus mercados, como Japón».
Estados Unidos cerró su mercado a los limones argentinos en 2001 por razones sanitarias, pero el Departamento de Agricultura determinó en noviembre que ya no había peligro de transmisión de plagas y que los cítricos cumplen con los requisitos necesarios.