Según información facilitada a Efeagro por la directora de internacional de Ecovalia, Évelyne Alcázar, el sistema -denominado Traces- «puede ser una herramienta más» en la lucha contra el fraude, ya que «hará imposible que se falsifiquen los certificados».
Para Alcázar, la definición de los productos de cara a su clasificación por categorías en Traces responde a la que establece la normativa de producción alimentaria convencional, y no se corresponde con la del reglamento de producción ecológica.
A su juicio, para que la importación sea viable, «legalmente hablando», debe haber equivalencia entre la categoría autorizada a la certificadora y la que se puede introducir en Traces; un aspecto que «debe resolverse con mayor urgencia para poder poner de una forma eficiente el nuevo sistema».
No obstante, ha aclarado que «no existen situaciones preocupantes al respecto», ya que los productos ecológicos que España importó en mayor cantidad el año pasado fueron aceite de oliva virgen extra, azúcar, habas de soja, maíz, aguacate, mango, especias y quinua.