Antes del veto ruso, el país el 70 por ciento de sus necesidades de tomate, aunque esta cifra se ha reducido a menos del 60 por ciento durante 2016, informa el diario Le Courrier de Russie.
La demanda de hortalizas producidas bajo invernadero en Rusia alcanza 1,8 millones de toneladas por año. Para poder satisfacer la demanda, el país debe aumentar su producción y ampliar la superficie de invernaderos. Para este año se espera que dicha superficie se amplíe unas 150 hectáreas.