El año pasado los embarques a China y Hong Kong se redujeron un 30 por ciento, por lo que un embalaje más atractivo sería vital para detener la caída de precios de los últimos dos años.
Perú envió 59.400 toneladas de uva de mesa a estos dos mercados en 2016, frente a 80.000 toneladas en el año anterior, cayendo las expediciones un 29 por ciento.
Uno de los aspectos que más preocupa es que el suministro por parte de otros países muestra una tendencia alcista, por lo que la uva peruana está dejando de ser una novedad.