Miles de agricultores griegos siguen bloqueando -por tercera semana consecutiva- autopistas y carreteras en todo el país, así como varios cruces fronterizos, mientras que el Gobierno está dispuesto a aceptar o al menos negociar algunas de sus «demandas».
«Nuestro objetivo es dar lo más que podamos a todos los ciudadanos. También a los agricultores, y no solo a los que participan en los bloqueos», señaló en rueda de prensa un portavoz del Gobierno del primer ministro griego, el conservador Kyriakos Mitsotakis.
El portavoz añadió que entre las demandas de los agricultores se encuentran algunas que son «razonables», pero también otras que son «completamente maximalistas» o no se pueden adoptar porque contravienen las normas de la Unión Europea (UE).
Entre ellas, piden la imposición de precios mínimos garantizados para que la venta de sus productos pueda cubrir los costes de producción, además de la eliminación de una serie de impuestos que gravan el diésel.
Los agricultores mantienen bloqueada desde hace tres semanas la autopista E65 y otras vías que conectan el sur y el norte del país para exigir el pago de subsidios atrasados, gestionados por la agencia estatal OPEKEPE, ahora envuelta en un escándalo por la presunta malversación de cientos de millones de euros en fondos agrícolas de la UE.




















