Industria auxiliar

Los freseros ya pueden reducir su consumo de agua en un 20%

El proyecto BerrySostenible ha conseguido reducir el consumo de agua en un 20% en los cultivos de berries sin comprometer producción ni calidad.

Los fresicultores ya pueden producir berries reduciendo el consumo de agua en un 20 por ciento, sin comprometer ni producción ni calidad. El proyecto se llama BerrySostenible y ha sido promovido por la Comunidad de Regantes Palos de la Frontera, Feragua, la Universidad de Sevilla, AgroAir y la colaboración de la Fundación Caja Rural del Sur.

El proyecto de innovación con financiación andaluza y europea ha evaluado el potencial de la aplicación de las tecnologías de IA (Inteligencia Artificial) IoT (Internet de las Cosas) y Big Data en el cultivo de los frutos rojos, con resultados más que prometedores.

La prueba piloto, realizada en la Comunidad de Regantes de Palos de la Frontera, la aplicación tecnológica ha logrado reducir hasta un 20% el consumo hídrico de frutos rojos sin comprometer la producción ni la calidad del fruto.

Uno de los obstáculos que está frenando la transformación digital de la agricultura es la desconexión entre las ventajas que ofrecen los nuevos productos que salen al mercado y las necesidades reales de los regantes.

Para salvar esta dificultad, en el proyecto BerrySostenible los usuarios finales están implicados en todo el ciclo de la definición, despliegue y validación de la nueva tecnología, desde el inicio hasta el fin.

De ahí el papel clave que la Comunidad de Regantes de Palos de la Frontera ha  jugado en este proyecto, no solo como escenario de la prueba piloto, sino como líder de BerrySostenible, con un papel crucial tanto en la identificación de las necesidades del sector como en la identificación de los requerimientos y en la validación de las soluciones tecnológicas que optimicen el uso del agua y los fertilizantes en el cultivo de frutos rojos.

Combinación

La aplicación tecnológica que se ha creado en el marco de BerrySostenible es una integración a medida de las tres tecnologías disruptivas que están transformando de manera más radical los negocios y las formas de vida: Internet de las Cosas, Inteligencia Artificial y Big Data.

La tecnología IoT está presente en forma de dispositivos físicos conectados a internet (sensores), que recogen y comparten datos en tiempo real. Estos sensores miden constantemente aspectos como la humedad del suelo, la temperatura, la cantidad de agua aplicada y la calidad del aire.

Gracias al Big Data, todos esos datos recogidos por los sensores se almacenan y analizan para identificar patrones y tendencias que no serían evidentes a simple vista, relacionadas con las necesidades futuras de agua y fertilizantes. Las decisiones sobre riego y fertilización se hacen así mucho más precisas, basadas en datos personalizados de cada parcela.

La IA permite que las computadoras aprendan y tomen decisiones basadas en los datos que reciben, creando modelos predictivos que indican el mejor momento para regar y fertilizar, así como la cantidad óptima a utilizar. Estos modelos se ajustan además continuamente, permitiendo una gestión más eficiente y adaptada a las condiciones cambiantes del clima y el suelo.