El Puerto de Valencia ha reabierto su actividad al tráfico marítimo desde las 8:40 horas de este jueves, mientras que el Puerto de Gandia continúa cerrado, según han informado fuentes de la Autoridad Portuaria de Valencia.
El puerto de Valencia había suspendido la operativa terrestre de entrega y recepción de contenedores en sus tres terminales hasta las 14 horas de este jueves por la activación de la alerta roja por lluvias, si bien con la mejora de las condiciones meteorológicas y la rebaja a naranja del aviso se ha decidido su reapertura total.
Por el momento sigue cerrado el puerto de Gandia, ubicado en una zona donde durante esta madrugada se han producido lluvias torrenciales por una tormenta que ha recorrido todo el litoral de la provincia de Valencia de norte a sur.
Caída de los fletes
El subíndice del Mediterráneo Occidental ha experimentado una disminución del -12,06% respecto al mes anterior, situándose en 2.055,73 puntos. El área del Lejano Oriente ha registrado una caída del -7,67%, situándose en los 1.844,71 puntos.
Del mismo modo, y por lo que refiere al subíndice del Mediterráneo Occidental, el mismo ha experimentado una disminución del -12,06% respecto al mes anterior, situándose en 2.055,73 puntos y acumulando un crecimiento del 105,57% desde el inicio de la serie en 2018. Por su parte, el área del Lejano Oriente se ha registrado una caída del -7,67%, situándose en los 1.844,71 puntos, mostrando un aumento acumulado del 84,47% desde el inicio de la serie en enero de 2018.
En este contexto, las fluctuaciones del VCFI en octubre reflejan un entorno global marcado por la incertidumbre económica y las tensiones geopolíticas, sumado a la estacionalidad propia de este periodo del año. Estos factores combinados han contribuido a un notable desequilibrio entre la oferta y la demanda en el transporte marítimo.
Sin embargo, en el ámbito de las exportaciones, la Semana Dorada también tiene un impacto directo debido a la disminución de la producción en China, lo que reduce la oferta de productos destinados a la exportación. Esto provoca una disminución temporal del tráfico portuario, ya que la actividad logística se reduce durante ese período festivo. No obstante, una vez finalizadas las festividades, se produce un rebote en la actividad portuaria, aunque este repunte puede ir acompañado de congestión y retrasos debido al acumulamiento de carga y la reactivación de las cadenas de suministro. En efecto, recientemente, según los datos de Linerlytica, se ha observado un aumento en la congestión portuaria global, que alcanzó los 2,18 millones de TEU, a mediados del mes de octubre, lo que representa el 7,1% de la flota total.