Las granizadas afectaron mucho a la Plana de Lleida y la falta de agua todavía la sufren las zonas de los pantanos de Margalef, Riudecanyes y Guiamets en el Camp de Tarragona y las Terres de l’Ebre, según la fuente.
Al respecto, el sindicato asegura que ha conseguido que el Departamento de Agricultura de la Generaltiat se comprometa a destinar 800 euros por hectárea para los frutales de las zonas de los embalses sin agua para regar, y pide ampliar la ayuda para los regantes del acuífero Fluvià-Muga, dado que también han sufrido restricciones.
El responsable de fruta dulce de UP, Jaume Gardeñes; el de sectores agrícolas, Miquel Piñol; y la miembro de la ejecutiva de la Plana de Lleida, Carol Aixut, han analizado el sector de la fruta en el marco de la feria de san Miguel de Lleida.
Para los productores de pera, señala UP, será aún una campaña más negativa, ya que la sequía, las altas temperaturas y los golpes de calor en 2023 incidieron en la formación de las yemas florales que debían dar lugar a las peras.
Esto ha rebajado sus kilos a la mitad y las pérdidas son de 7.205 euros por hectárea de media, 56 millones en toda Cataluña.
Además, en comarcas de Girona y en plena floración, en varios días sucesivos de abril llegaron por debajo de 0 °C y el 24 de abril a -4 °C.
En este caso, el sindicato agrario subraya que ha logrado el compromiso del Departamento de Agricultura de una ayuda a los productores de pera que permita paliar estos daños en floración y cuajado, no cubiertos por el seguro, con presupuesto 2025.
En fruta de hueso, excepto en algunas zonas concretas, los árboles han tenido una buena floración; y en manzana, se espera que la cosecha sea similar a la media de los últimos cinco años, señala UP.
Por este motivo, Unió de Pagesos ha reclamado una adecuación de los módulos de ayuda y una mayor subvención de las ayudas a la instalación de sistemas de protección, como las redes antipiedra.
Por otra parte, Unió de Pagesos alerta desde hace meses de la falta de herramientas para garantizar una correcta sanidad vegetal de los cultivos por la pérdida de fitosanitarios autorizados en la Unión Europea y en el Estado, y sin disponer de alternativas.
Esto comporta un incremento de pérdidas en el campo y de los costes unitarios de las plantaciones, asegura el sindicato, que denuncia que, con las actuales herramientas, es muy difícil hacer frente a plagas como la mosca de la fruta o la ‘psila’, enfermedades como ‘Stemphylium’ y el fuego bacteriano.
Por ello, pide que se pare esta pérdida de productos hasta que no existan alternativas viables y mejorar el proceso de registro de fitosanitarios en España para poner fin a las trabas que hacen perder competencia con respecto a otros estados miembros productores de fruta dulce.
Denuncian que falta mano de obra dispuesta a trabajar en el campo y reclaman al Gobierno mecanismos para poder contratar a inmigrantes que ya están en el país, pero que no pueden contratar por falta de permisos.