El Ifapa ha acogido en las instalaciones de su centro de La Mojonera (Almería) una jornada práctica de biosolarización con cultivos biocidas para mejorar la salud del suelo en cultivos hortícolas protegidos mediterráneos.
Esta actividad, en la que han participado productores y técnicos del sector, ha contado con cuatro ponencias de expertos y una sesión práctica en la que los participantes han podido arrancar las plantas, observar sus raíces, ver los nódulos con rizobacterias de la Crotalaria o localizar lombrices junto a los rábanos forrajeros.
Además, se ha realizado un picado de plantas para que los asistentes pudieran comprobar la facilidad con que se trituran simultáneamente los materiales de acolchado que acompañaban a este experimento del Ifapa desde septiembre de 2023, como paja, biopolímeros biodegradables y agropaper.
En la sesión también se ha explicado a los asistentes cómo todos estos materiales fueron incorporados con el rotavator al suelo para posteriormente seguir con el proceso de biosolarización regándolo, cubriéndolo con plástico y cerrando el invernadero hasta que llegue el momento del trasplante pasado el mes de agosto.
En concreto, esta demostración práctica de picado de abonos verdes e incorporación al suelo en un invernadero experimental ha sido realizada por el investigador del Ifapa Miguel de Cara, mientras que el investigador José Ignacio Marín-Guirao ha abordado en su intervención aspectos sobre el manejo de los cultivos biocidas para la mejora de la salud del suelo de invernadero.
Por su parte, el profesor de la Universidad de Granada Jesús D. Fernández ha tratado en su ponencia la economía circular con insectos como herramienta para desarrollar suelos supresores de patógenos, mientras que la técnico especialista Carmen García ha explicado a los participantes el uso de rafias de entutorado de materiales alternativos al plástico para avanzar en una economía circular.
Los asistentes a esta jornada también han podido conocer las experiencias de biosolarización con restos de cultivos hortícolas en invernaderos comerciales de la
mano del agricultor David Ibáñez, que ha explicado los beneficios y retos tras dos campañas llevando a cabo la gestión de sus propios restos con esta técnica.
Biosolarización para desinfectar los suelos
Las condiciones del verano mediterráneo, con altas temperatura y radiación solar, son idóneas para llevar a cabo la desinfección del suelo de los invernaderos y prepararlo para el inicio de la nueva campaña. Con este objetivo se realiza la biosolarización, una práctica que se está extendiendo por sus beneficios frente a otros métodos como la fumigación o la desinfección de aguas.
Este proceso ha sido objeto de investigación durante décadas en el litoral de Andalucía oriental, una línea de trabajo en la que destaca el centro Ifapa de La Mojonera con un equipo de investigadores y técnicos que transfieren al sector hortícola su experiencia práctica y sus conocimientos científicos.
Así, esta práctica de biosolarización se viene realizando con fines experimentales y divulgativos desde 2019 en el Living Lab del Ifapa en La Mojonera, mejorando de esta forma los resultados de acondicionamiento físico-químico y biológico del suelo en cultivos hortícolas.
En concreto, el taller práctico celebrado se enmarca en el proyecto de optimización de la biosolarización para aumentar la salud del suelo en cultivos hortícolas mediterráneos (OPTIMSOIL) puesto en marcha por los profesionales del área de Protección Vegetal Sostenible del Ifapa con financiación de fondos europeos.
Este proyecto lleva a cabo ensayos específicos en diferentes épocas para optimizar las condiciones de cultivo de diferentes especies biofumigantes en campo abierto y en invernadero. Para ello se estudian las condiciones de riego, fertilización, temperatura y luz, así como la presencia de plagas y enfermedades asociadas a estos cultivos.
Además, se desarrollan experimentos en contenedores con suelos naturalmente infestados e inoculados para analizar la eficacia de las diferentes especies biofumigantes utilizadas. Asimismo, esta línea de trabajo analiza el impacto de la biosolarización en las propiedades fisicoquímicas de los suelos, así como en la microbiota y la nematofauna.