Agrodolores vive en fase ‘gacela’ con crecimientos del 20 por ciento en los tres últimos ejercicios, en donde se ha pasado de los 40 millones de euros en el ejercicio 2021 a los 90 millones de euros en 2023. Un trabajo muy intenso de la mano de sus trabajadores, ya que «el valor de la empresa está en sus trabajadores», señaló ayer Simón Conesa, director general de la empresa, en un evento particular que tuvo la empresa con todos sus trabajadores en los Salones Aquario en Torre-Pacheco.
El meeting-fiesta fue un homenaje de la empresa hacia sus más de 300 trabajadores con sus familias dentro de una nueva fase de la empresa más cercana, bajo el nombre de Agrolovers, en la que se expuso todo el esfuerzo que realizan los profesionales y las personas, y en donde se reconoció la figura de los trabajadores como clave en el desarrollo de la empresa.
«El valor de la empresa está en sus trabajadores», expuso Conesa en un amplio discurso en la que reconoció el esfuerzo de trabajadores y de sus familias para que entendiesen «a qué dedican tanto tiempo los trabajadores y por qué en ocasiones llegan tan tarde a sus casas», expuso un Conesa agradecido al esfuerzo realizado por los trabajadores.
Los resultados
El empresario puso encima de la mesa los resultados de tanto trabajo fuera de las cifras. «Hemos pasado de disponer de dos centros de trabajo a seis centros de trabajo, y a estar presentes no sólo en Murcia, sino en Sevilla y a desarrollar la actividad en Almería», apuntó el empresario.
Conesa adelantó que la empresa contará con un nuevo centro de recogida en el Poniente almeriense, además de la subasta y central con la que cuenta en Adra.
«Todos somos la empresa y cada uno forma parte de Agrodolores», adelantó Conesa en un tratado donde destacó el «orgullo de pertenencia» de los trabajadores.
La empresa recordó que la relación de la firma con los trabajadores está fuera de una simple prestación de servicios y adelantó que «la empresa está para ayudar al trabajador y siempre estaremos aquí», recordó Conesa.
El clave
Pero aunque el evento de ayer era un reconocimiento hacia los trabajadores de la empresa, Simón Conesa quiso detenerse en una persona clave en el negocio: el agricultor. El empresario centralizó el crecimiento de Agrodolores en la figura del agricultor que «cada día decide si acude a Agrodolores o a otra empresa», en un claro ejercicio de competitividad. «La semilla del fracaso está en el éxito», apuntó un Conesa, que justificó la posición del agricultor al ser «la parte más débil de la cadena alimentaria, ya que no pone precio a su producto».
Y en este tramo de su alocución, Conesa recordó una de sus frases más conocidas: «no vendemos producto, ni pimientos, ni melones. Vendemos confianza». Y sobre este punto fijó los valores en los que Agrodolores se quiere mover: honradez, humildad, verdad, respeto, la cultura del esfuerzo y actitud positiva.
Y en este escenario de desarrollo y apuesta por los recursos humanos, la empresa ha tomado la decisión de cambiar el nombre de este departamento por el de ‘Personas y Talento’, conforme con el giro más cercano que Agrodolores pretende dar a las relaciones con la parte profesional.
