Así se desprende del último informe de consumo alimentario del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) en el que se analizan los datos de 2023.
Este lunes, 1 de julio, se celebra el Día Internacional de la Fruta, una conmemoración puesta en marcha por la Universidad de Ciencias Aplicadas Alice Salomon, en Berlín (Alemania) para poner en valor el consumo de estos productos.
La tendencia negativa en el consumo de frutas frescas se puede observar con mayor detalle en una panorámica más amplia: en los últimos diez años, el 2023 ha registrado la cifra más baja de ingesta de estos productos.
En total, los españoles han pasado de consumir 102,5 kilogramos per cápita en 2014 a los 78,6 kilogramos per cápita el pasado año.
Las exóticas, la excepción
De vuelta a los datos de 2023, esta caída se ha visto reflejada en la mayoría de las categorías, tanto en cítricos, como en fruta de pepita, fruta de hueso y frutos rojos, excepto dos tipos: las frutas exóticas y los melones y las sandías.
Las frutas exóticas se posicionan en el sector como la excepción más acusada, pues no sólo no ha descendido su consumo sino que han registrado un incremento de más de 1 kilogramo, pasando de los 17,42 kilogramos/per cápita en 2022 a los 18,74 en 2023.
Respecto al melón y la sandía, el incremento de su consumo ha sido menos pronunciado, de apenas unos gramos, de los 13,20 en 2022 a 13,44 en el pasado año.
Con estos datos, el informe advierte de un cambio en las tendencias de consumo y en las preferencias de los consumidores.
Ejemplo de ello es que los cítricos, que se han mantenido a lo largo de los años como una de las frutas más consumidas, pierden espacio en la dieta de los españoles en detrimento de las frutas exóticas.
Suben los precios
El descenso del consumo de fruta coincide con un incremento de su precio medio.
En total, el coste medio se sitúa en los 20,04 euros/kilogramos a cierre del 2023, es decir, una subida del coste del 5,3 % respecto al año anterior que se ha dado en todas las plataformas de distribución.
Aunque son las tiendas tradicional aquellos establecimientos en los que ha producido un mayor incremento del precio medio, del 7,1 %, con un 2,07 euros.
En este contexto de alza en los precios se incrementa también el gasto per cápita, que ha aumentado un 2,5 % respecto al 2022 y hasta un 14,4 % respecto a la variación de los últimos cinco años.
En total, los hogares destinan el 9,27 % del presupuesto medio destinado al consumo de productos de alimentación y bebidas a la compra de fruta fresca, lo que supone un gasto per cápita de 160,50 euros por persona, un 2,5 % más que en 2022.
Efectos en el sector
Este progresivo descenso en el consumo de fruta en España tiene efectos, en concreto, en el sector hortofrutícola nacional y, en general, en la salud de los ciudadanos.
Para el director de la Federación Española de Asociación de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex), José María Pozancos, la «continua» caída del consumo «agrava los desequilibrios entre oferta y demanda y las crisis de mercado».
A parte de los efectos comerciales, el director ha considerado las consecuencias que tienen en los propios consumidores.
Según Pozancos, sería «positivo» reforzar las campañas de información al consumidor, ya que, si se revierte la tendencia de retroceso de la demanda, las aportaciones positivas del consumo de frutas a la salud «redundarán en un descenso del gasto sanitario».
En este sentido, la organización Cinco al día, destinada a promocionar el consumo de frutas hortalizas, ha explicado en su apartado de «Rincón de la alimentación saludable» que la ingesta de estos alimentos en la infancia se asocia con los hábitos de consumo de la edad adulta.
Por ese motivo, la organización ha destacado en su web el papel que desempeñan los comedores escolares a la hora de promover la ingesta de frutas y hortalizas.