La cifras elaboradas por la Asociación Nacional de Fabricantes de Fertilizantes (Anffe) muestran que poco a poco se está recuperando el mercado, si bien todavía el consumo sigue «muy por debajo» de lo que era habitual en España hasta 2020, cuando rondaba los 5 millones de toneladas anuales.
Por tipos de producto, las ventas de abonos nitrogenados han superado los 1,9 millones de toneladas en 2023, entre las que destacan las de urea y nitratos amónicos, seguidas de las de abonos complejos (con más de 1,4 millones de toneladas).
La comercialización de abonos fosfatados y potásicos ha rondado las 170.000 y las 240.000 toneladas, respectivamente, ha apuntado la patronal en un comunicado.
Castilla y León, Andalucía y Castilla-La Mancha han sido las comunidades con un mayor consumo de fertilizantes, coincidiendo con la mayor superficie agrícola.
Además, las importaciones de fertilizantes han crecido el 4,5 % anual, hasta los 3,3 millones de toneladas, y las exportaciones se han incrementado el 3,5 %, hasta los 2,4 millones.
Las empresas asociadas a Anffe poseen plantas productivas repartidas por toda España que suman una capacidad productiva global superior a los 6 millones de toneladas anuales