Así lo ha anunciado este viernes el Consejo, en una nota, tras la sesión plenaria, cuyos representantes han ratificado esta calificación.
En el pleno se ha hecho también balance de la cosecha, donde los vinos de la añada de 2023 destacan por tener un buen punto de estructura y pH, y aportar unas sensaciones de viveza y frescura mayores a lo habitual, lo que hace que sean más fluidos, con un buen peso en boca y con un final donde destacan las sensaciones de suavidad y redondez.
El informe elaborado por los Servicios Técnicos del Consejo Regulador de la DOCa apunta a la gran relevancia que ha tenido la selección de uva que se ha hecho en bodega, lo cual despierta curiosidad hacia la evolución que estos vinos van a tener en su envejecimiento y crianza.
Dado el buen equilibrio madurativo conseguido y la definición aromática que anuncian en este momento, son vinos que «invitan al optimismo».
Según refleja el director del órgano de Control del Consejo, Pablo Franco, en su informe, «los vinos son una heroicidad del enólogo, dadas las complejas situaciones climáticas y la diversidad de uvas recibidas en bodega, donde se ha tenido que hacer una gran selección con el fin de conducir una elaboración que se antojaba caprichosa”.
Por colores, los vinos tintos destacan por su heterogeneidad y se observan diferentes rangos, que van desde la fruta pasa o madura de las primeras vendimias de antes de las lluvias de Rioja Oriental, a unos vinos con mayor carácter de fruta fresca de las zonas más altas.
Se trata de «una paleta aromática muy interesante para definir Rioja en base a su territorio y a cómo en esa armonía de zona y clima una región se enriquece de matices tan singulares”, ha indicado Franco.
Los vinos blancos, que se encuentran ya en una fase de total consolidación en lo que a definición enológica se refiere, son «grandes exponentes de la máxima calidad en esta categoría, consiguiéndose muy buenas definiciones y un importante equilibrio en todas sus fases».
“Son vinos que expresan muy bien las variedades de Rioja» y destacan, a su vez, aquellas elaboraciones más particulares que buscan una expresión de su potencial en años venideros, ha precisado.
De acuerdo con el informe, los vinos rosados avanzan en un camino muy interesante, co predominio de una gama aromática menos explorada hasta la fecha, donde se observan cada vez más marcadas expresiones florales y colores más claros, acompañadas de bocas con buen volumen y frescura.
Por todo ello, la conclusión es la valoración de la añada como “Muy Buena”.
El Consejo Regulador ha seleccionado también en la sesión plenaria celebrada los ocho vinos que representarán a la Denominación en sus actos institucionales a lo largo del año.
Más de 150 vinos
En total, 151 vinos de 48 bodegas de la DOCa han participado en la cata ciega llevada a cabo para seleccionar las referencias institucionales.
El panel de cata ha estado formado por un comité mixto de expertos del sector.
Los ocho vinos elegidos son muestra de la gran diversidad vitivinícola con la que cuenta la Denominación de Origen Calificada Rioja y se presentan con las etiquetas corporativas del Consejo, expresamente diseñadas para cada una de las categorías.
El resultado final de la selección en cada una de las categorías ha sido el siguiente:
1.- VINO BLANCO GENÉRICO 2023
Bodegas Martínez Lacuesta, S.A. de Haro (La Rioja).
2.- VINO BLANCO FERMENTADO EN BARRICA 2022
Bodegas Paco García, S.L. de Murillo de Río Leza (La Rioja).
3.- VINO ROSADO GENÉRICO 2023
Bodega San Esteban Protomártir, S. Coop. de Murillo de Río Leza (La Rioja).
4.- VINO TINTO GENÉRICO 2023
Sance, S.C. de Baños de Ebro (Álava)
5.- VINO TINTO CRIANZA 2021
Bodegas Marqués de Reinosa, S. Coop. de Autol (La Rioja)
6.- VINO TINTO RESERVA 2020
Bodegas Ramírez, S.L. (Ramírez de la Piscina) de San Vicente de la Sonsierra (La Rioja)
7.- VINO TINTO GRAN RESERVA 2016
Bardinet Wines, S.A.U. de Fuenmayor (La Rioja)
8.- VINO ESPUMOSO RESERVA 2019
Bodegas Bilbainas S.A. de Haro (La Rioja).