cosecha de ajo
Nacional

La falta de agua amenaza el liderazgo de Córdoba en la siembra de ajo

Córdoba corre el riesgo de dejar de ser la provincia andaluza que más superficie de ajo siembra, en favor de Granada, tras la importante disminución en esta campaña como consecuencia de la ausencia de previsiones de agua para riego.

El presidente de la Sectorial de Ajo de Asaja, Miguel del Pino, ha dicho que la superficie sembrada en la provincia de Córdoba esta campaña está sobre las 400 hectáreas, después de una bajada paulatina desde las 2.000 y 3.000 de temporadas anteriores como consecuencia de la sequía.

El hecho de que el coste de la superficie de hectárea sembrada de ajo se sitúe en 13.000 euros y que «no había agua ni se le esperaba y los pantanos estaban más bajos que el año pasado» en el momento de la siembra hizo que los productores cordobeses buscaran parcelas donde hubiese disponibilidad de agua, como Ciudad Real, Toledo o Valladolid.

En Granada, y en declaraciones a EFE, Del Pino ha señalado que «quizás por primera vez haya más superficie de siembra que en Córdoba porque hay más disponibilidad de agua», superando también a Sevilla, las dos principales provincias productoras tradicionalmente de la hortaliza.

Reducción a la mitad de la superficie

Según los últimos datos publicados por el Anuario de Estadísticas Agrarias y Pesqueras de la Junta de Andalucía, referidos a 2020, en Córdoba se sembraban 1.750 hectáreas, 1.200 en Sevilla, y 1.079 en Granada, mientras que el resto de las provincias estaban por debajo de las mil hectáreas sobre el total de 5.183 de esa campaña.

Los datos provisionales de la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos Cultivos (Esyrce) de 2023, que elabora el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, asignan a Andalucía 3.111 hectáreas, casi la mitad que en 2020, sobre un total nacional de 27.171.

Del total de las previsiones de este año para Andalucía, 2.486 corresponden a regadío y 625 a secano.

Mientras que en Andalucía se han perdido en tres años casi la mitad de la superficie sembrada, el otro territorio gran productor de ajo, Castilla-La Mancha, ha experimentado un ligero crecimiento, desde las 19.376 que se registraron en 2020 a las 19.832 de los datos provisionales de 2023.

Cosecha excepcional

De cualquier forma, la cosecha, cuya recogida ya ha comenzado, «es excepcional en calidad y producción» debido que se han dado unas «condiciones meteorológicas perfectas y se ha permitido un riego en abril».

El ajo, ha subrayado el responsable de patronal agraria, necesita de un aporte de agua en unos momentos muy determinados de su proceso de crecimiento, unas circunstancias que se han dado en esta campaña.

Además, Miguel del Pino ha asegurado que esta temporada «acompaña el precio», ya que «el año pasado fue subiendo con las plantaciones tardías», una tendencia que se ha mantenido con las primeras remesas de la cosecha.

Pese a la pérdida de superficie sembrada en la provincia de Córdoba, Del Pino prevé que la incidencia en la mano de obra no sea proporcional, ya que los ajeros trasladan la producción cosechada fuera a sus almacenes en la zona de Montalbán y Santaella, y que siga generando una elevado volumen de empleo.

El ajo es uno de los productos agrícolas que más mano de obra precisa a lo largo del año.