La casa de semillas Hazera organizó el pasado viernes en Aguadulce un evento en el que, bajo el lema ‘Luz en la oscuridad’, trasladó a los asistentes la problemática del virus del rugoso.
Y de esa problemática se hizo testigo el investigador de la Consejería de Agricultura de Murcia y del IMIDA, Antonio Montserrat, al señalar que no hay sólo una solución para controlar el rugoso en el suelo, ya que incluso «la desinfección del suelo no elimina el inóculo y siempre algo queda».
Montserrat señaló que la contaminación del suelo suele afectar al menos al uno por ciento de las plantas, usando los sistemas correctos de solarización y apostando por barbechos largos.
El investigador señaló que las fechas de solarización deben acotarse desde mayo hasta agosto, «y ya pasado el mes de agosto, surgen problemas».
Las condiciones del rugoso hacen que los productores tengan que vivir bajo otro prisma, ya que «estamos ante un virus de fácil dispersión, persistente, con el que hay que saber convivir con él y que se une a otros ya existentes», recordó Montserrat durante su ‘speech’ en el evento de Hazera.
«No es posible hablar de solución única, sino que estamos ante un virus que requiere varios tipos de acciones y las resistencias de las variedades son una herramienta más dentro de las que ya estamos usando para controlar el rugoso», concluyó.