Expertos de la industria agrícola, representantes del sector público, académicos y alumnos de agronomía se han dado cita en la 15º Jornada de la Cátedra Fertiberia de Estudios Agroambientales, celebrada en la ETSIAAB (Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas) de la Universidad Politécnica de Madrid, para abordar uno de los desafíos más críticos de nuestro tiempo: la mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y los esfuerzos asumidos desde el sector de los fertilizantes.
La sesión de apertura ha contado con la presencia de Ana Rodríguez, directora general de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación; José Manuel Palacios, director de la ETSIAAB; y Javier Goñi, CEO de Fertiberia, quienes, entre otros asuntos, han destacado la importancia de la colaboración entre el sector público y privado para alcanzar objetivos ambientales comunes.
Y es que, en línea con el acuerdo de minimizar el calentamiento global a 1,5ºC, alcanzado en la reciente COP28 de Dubái, la industria europea de fertilizantes se ha comprometido a reducir sus emisiones GEI en un 70% para 2040, en comparación con 2020, y a alcanzar la neutralidad climática en 2050.
Algunas de las medidas en las que el sector de los fertilizantes ya está trabajando de forma prioritaria son el impulso a las energías renovables en sustitución de los combustibles fósiles, el desarrollo de las tecnologías limpias, y la reducción de gases distintos al CO2, como el metano, para 2030.
Proyectos
Asuntos como estos han sido objeto de análisis durante la jornada de la Cátedra Fertiberia, a través de casos de estudio concretos.
Entre otros, han destacado el proyecto de producción de hidrógeno y amoniaco verdes para la elaboración de fertilizantes bajos en carbono, liderado por Fertiberia. También la estrategia PEP+ de Pepsico, enfocada en crear crecimiento y valor a través de acciones positivas para el planeta, o la pionera tecnología NSAFE desarrollada por Fertiberia: el primer bio-inhibidor que reduce las pérdidas de nitrógeno, protegiendo la biodiversidad del suelo.