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Greenpeace alerta de que el 75 % del territorio está en riesgo de desertificación

La "crítica" situación hídrica en España, agravada por el cambio climático y prácticas insostenibles, ha favorecido que el 75 por ciento del territorio se encuentre en riesgo de desertificación, según Greenpeace.

Con motivo del día Mundial del Agua, que bajo el lema «Agua para la paz» se celebra cada año el 22 de marzo, Greenpeace ha precisado que España es, junto a Grecia, el país europeo con mayor estrés hídrico lo que se traduce en que la demanda de agua es superior a la disponible.

Según la citada organización, actualmente en España casi 12 millones de personas sufren algún tipo de restricción en su uso y amplias zonas de Andalucía, Cataluña, cuenca del Segura, cuenca del Júcar o Tenerife están en fase de emergencia por sequía.

A día de hoy, y pese a que las últimas precipitaciones han propiciado que las reservas de agua embalsada superen el 57 %, los ecologistas han lamentado que todavía no hay agua suficiente para acabar con la sequía en regiones afectadas que llevan arrastrando este problema desde hace 4 ó 5 años.

Para Greenpeace, la demanda por parte de algunos sectores de más embalses, trasvases o desaladoras, lejos de ser una solución es un «grave problema» porque España, con una capacidad de almacenamiento en superficie superior a los 56.000 hm3, es el país europeo con mayor número de grandes embalses (más de 1.200), lo que genera un elevado coste ambiental, social y económico.

En este punto, los ecologistas han lamentado que el 44 % de las masas de agua subterránea en España se encuentra en mal estado por la sobreexplotación y la contaminación y piden «información sobre cuánta agua se dispone, cuánta se está utilizando y, más aún, cuánta se está robando».

No hay datos reales del número de pozos ilegales del país (Greenpeace estima que superan el millón), y todos los años se extrae, ilegalmente, el consumo equivalente a abastecer una población de 118 millones de personas.

Por su parte, el Foro de la Economía del Agua ha apelado a la cooperación para que el agua no sea solo un recurso por el que se compite, sino un derecho humano, intrínseco a todos los aspectos de la vida y ha pedido optimizar la gestión del agua y garantizar su acceso en cantidad y calidad suficiente para todos.

En un contexto geopolítico tan tensionado como el actual, y marcado por un escenario climático en forma de sequía, el Foro ha pedido “crear conciencia sobre las formas en que el mundo puede unirse en torno a la gestión sostenible del agua como una forma de prevenir disputas y colaborar en desafíos compartidos».