Así lo ha precisado el vicepresidente de la Mesa Nacional del Ajo y responsable del sector en la patronal agraria Asaja, Miguel del Pino.
En declaraciones a EFE, Del Pino ha destacado que las 20.926 hectáreas que se prevén de siembra en esta campaña suponen una disminución de 9.000 hectáreas en cuatro años, desde las 29.826 que efectivamente se sembraron en 2021, que fue la más elevada de los últimos años.
Respecto a la pasada campaña, Castilla y León es la comunidad en la que se calcula que la pérdida de superficie cultivada de ajo caerá más porcentualmente, aunque se trata de un territorio que la campaña a anterior no llegaba a las 2.000 hectáreas (1.944), y que prevé que alcance esta las 1.486, un 23,5 por ciento menos.
Descensos fuertes
Los descensos sí son fuertes en número de hectáreas y porcentajes en las dos mayores productoras de ajo de España.
En la más importante, Castilla-la Mancha, de 18.102 hectáreas se bajará a 15.535, un 14,2 por ciento menos; y en Andalucía, de 3.121 a 2.410, un 22,8 %.
Del Pino, que participa a partir de mañana en Rovigo (Italia) en el Grupo de Contacto del Ajo del Comité Mixto de Frutas y Hortalizas, formado por España, Italia, Francia y Portugal, ha destacado que «llevamos dos años consecutivos perdiendo superficie de cultivo en España y que debido a las inclemencias meteorológicas las cosechas también han sido malas».
De hecho, ha subrayado, «las cosechas han descendido más de lo que lo ha hecho la superficie de siembra, teniendo como consecuencia directa un incremento exponencial de costes de producción durante las dos últimas cosechas».
Este es debido, según ha aclarado, al incremento del precio de los insumos y a la disminución de la calidad del ajo, un hecho que ha provocado que «el precio de costo ha aumentado más que el de la venta».
Buen augurio
En la actual campaña, las lluvias registradas los últimos meses hace que se presente con un buen augurio, aunque el responsable agrario ha precisado que el ajo es un cultivo que necesidad de agua en determinadas fases de su crecimiento, por lo que llega de forma natural con la lluvia o hay que aportársela mediante riego.
De cualquier forma, «se están detectando problemas por hongos, como el penicillium, que se piensa pueden estar acentuados por las elevadas temperaturas registradas en enero, que eran inusuales para la época del año».
Además, existe el riesgo añadido de que la lluvia se presente durante los seis o siete días del oreo del ajo en el campo, período en el que el tiene que estar en el campo antes de ser llevado a los almacenes.
En todo caso, «si llueve o tenemos agua de riego, va a ser un cosechón», ha aseverado Miguel del Pino.
El Comité Mixto es el órgano de diálogo, consulta y cooperación creado en 1997 entre los gobiernos y organizaciones agrarias representativas de la producción y el comercio para abordar la situación del sector así como afrontar nuevos retos.
De él forman parte, y asisten a la reunión de Rovigo, una ciudad situado a 80 kilómetros al Sur de Venecia, productores y comercializadores de ajo de España, Italia, Francia, ya que Portugal no suele asistir a estas reuniones por tener una superficie sembrada mínima.
También están presentes responsables de Agricultura de los Gobierno de los países integrantes del Comité.