Es cierto que julio y agosto son meses para que la oferta neerlandesa se haga fuerte tanto con producción en fincas al aire libre como en cultivos bajo invernadero.
El calabacín verde oscuro es el predominante, pero con la entrada neerlandesa surge el calabacín amarillo, que se hace visible pero no popular en los lineales.
Además de la oferta doméstica, la firma BelOrta se hace especialmente visible a partir de mayo para introducir calabacines amarillos, redondos y flor de calabacín para el canal Horeca.
Son trazas comerciales testimoniales, porque la mayoría de los hogares optan por el calabacín tradicional, tanto para las cremas y sopas en los meses de invierno, “como para las barbacoas en los meses de primavera y verano”, apunta Leander van de Griend, ejecutivo de ventas en calabacín de ZON. “El coste del calabacín amarillo es alto y su precio en los lineales es siempre superior al verde, salvo cuando hay promociones, donde la demanda se reactiva”, señala van de Griend.
España es la única referencia visible en los meses de otoño e invierno. La entrada desde Alemania pertenece a las plataformas de los ‘discounts’ germanos que abastecen a sus tiendas hermanas de Países Bajos con oferta española.
