Seis de cada 10 españoles ya consumen verduras congeladas, al menos, tres veces por semana, según la Asociación Española de Fabricantes de Vegetales Congelados (ASEVEC), que apunta a la «inflación» notable como un factor clave en el auge de este tipo de alimentos.
De hecho, y según el último estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) sobre el ‘Precio de los alimentos congelados vs frescos’, comprar congelado puede suponer un ahorro de hasta el 40% en el caso de las verduras.
El dato es más destacable cuando se comparan las verduras de manera individual, ya que la diferencia en el ahorro es de hasta un 90% en el caso de los guisantes congelados frente a los frescos, y de un 70% en el caso de las judías verdes.
Una realidad que también se refleja en los datos extraídos de una encuesta realizada por ASEVEC, en la que se aprecia un aumento de la compra y consumo de verduras congeladas a raíz de la subida generalizada de los precios.
Y es que, aunque este incremento también ha afectado a la categoría congelada, “es una subida menor; por ello observamos un crecimiento en los hábitos de compra, ya que son una alternativa más barata que garantiza mantener una dieta saludable con productos de máxima calidad”, señala Álvaro Aguilar, secretario general de ASEVEC.