La temporada de recolección de arándanos alemanes en la región de Brandeburgo comenzó hace 48 horas oficialmente y desde la Oficina de Estadísticas de Berlín-Brandeburgo han adelantado que, durante 2022, se plantaron 401 hectáreas, 14 menos que en el ejercicio anterior.
Este descenso no es llamativo, pero sí una llamada de atención de los problemas generalizados de falta de mano de obra para todos los cultivos de primor en Alemania, entre ellos los arándanos.
La oferta disponible durante la campaña pasada fue de 1.814 toneladas, destacando las variedades Elisabeth por su sabor y Blue Crop por su adaptabilidad.
Otro problema es la sequía que azota esta región y que condiciona sobremanera la evolución de la cosecha en Alemania.
Brandeburgo es una de las regiones más secas de Alemania y, según el Centro Helmholtz para la Investigación Ambiental, las capas profundas del suelo ya estaban secas a principios de junio.
Aun así, es cierto que los fruticultores de la región han incorporado riego por goteo a sus cultivos para mejorar las condiciones de suelo y agua para este cultivo.