El año pasado los agricultores españoles reciclaron un 71% de los envases adheridos al Sistema Sigfito (fertilizantes, fitosanitarios, bioestimulantes, etc…), una cifra récord jamás alcanzada hasta ahora y que implica un crecimiento de 9 puntos con respecto al 62% que se registró en 2021.
A lo largo de 2022 se han recogido 4.534 toneladas de envases, de las cuales, 4.095 t son garrafas y botes de plástico rígido, 107 t de envases de metal y 332 t de papel cartón. En total, se ha valorizado el 100% de los envases recogidos, ahorrando en todo el proceso de gestión más de 6.400 toneladas de gases de efecto, el equivalente a realizar más de 6.000 viajes en avión de ida y vuelta desde Barcelona a Copenhague.
El sistema Sigfito no sólo está comprometido con la sostenibilidad, también trabaja para adecuarse a la nueva normativa y para que las empresas que producen productos envasados cumplan con la Responsabilidad Ampliada del Productor.
Estas compañías tienen la obligación de financiar y organizar el sistema de recogida de sus envases y contribuir al cumplimiento de los objetivos de reciclado en colaboración con un SCRAP, entre otras obligaciones.
Sigfito es un sistema que lleva más de 20 en el sector gestionando envases agrarios y que a día de hoy cuenta con más de 164 empresas que ya están cumpliendo con esta normativa.
Datos por Comunidad Autónoma
Como en años anteriores, las Comunidades Autónomas que se sitúan a la cabeza del reciclaje de los envases agrícolas son: Andalucía con 1.352 toneladas recogidas, Comunidad Valenciana con 657 t y con 546 t Castilla y León. El resto de comunidades han recogido lo siguiente: Castilla-La Mancha 392 t, Cataluña 379 t, Aragón 332 t, Murcia 316 t, Extremadura, 220 t, Navarra 94 t, Rioja 80 t, Galicia 53 t, Canarias 44 t, País Vasco 25 t, Baleares 24 t, Madrid 15 t, Asturias 5 t y Cantabria 2 t.
Sigfito es el sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP) del ámbito agrario con cerca de 5.000 puntos de recogida, donde el agricultor deposita sus envases vacíos de insumos agrícolas y justifica a través de un albarán el cumplimiento con la normativa. Los puntos almacenan los residuos en condiciones de seguridad hasta que son transportados a la planta de tratamiento para reciclar el plástico rígido y los metales en otros materiales destinados a usos industriales, mientras que el papel cartón y el plástico film se valoriza energéticamente.