Este plan también quiere contribuir a ser motor de generación de riqueza y valor en los mercados internacionales, creación de empleo y fijación de la población al territorio en el mundo rural, según ha detallado la Junta.
En la formulación se establece la necesidad de fomentar la eficiencia y sostenibilidad a nivel social, económico y ambiental, acometer desafíos y retos respecto de la disponibilidad de los recursos hídricos y la apuesta por una cadena de valor eficiente, equilibrada y transparente.
Al mismo tiempo, se establece el análisis de las necesidades de conectividad territorial para el acceso a los mercados, el impulso de la investigación y la innovación y la apuesta por la digitalización.
El plan, que se llevará a cabo con una interlocución permanente con el sector, abordará de manera específica todo lo relacionado con la formación y la transferencia de conocimiento, la apuesta por la internacionalización del sector y la llegada a nuevos mercados, el fomento de sistemas de producción sostenibles y la producción ecológica y la integrada, así como del control biológico de plagas y la apuesta por la economía circular.
La promoción de los valores saludables y su presencia en una dieta equilibrada son otras de las actuaciones previstas de cara a la nueva estrategia.
Para la elaboración del plan se llevará a cabo una caracterización del sector de frutas y hortalizas de invernadero en Andalucía, el diagnóstico de la situación del sector y las distintas medidas a llevar a cabo para alcanzar los objetivos previstos.
En su formulación se tendrá en cuenta el presupuesto destinado al desarrollo de la estrategia y el cronograma para su ejecución.
La superficie invernada andaluza alcanza actualmente las 37.700 hectáreas y Almería es el principal exponente de la producción hortícola bajo invernadero al concentrar cerca de 32.500 hectáreas, más del 80 % de la superficie andaluza, seguida de la costa de Granada con alrededor de 3.500 hectáreas.