Será durante la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que se está celebrando en Egipto a partir del 10 de noviembre.
Fairtrade trata con esta iniciativa de una banana no comercial resaltar la creciente amenaza que representa el cambio climático para la cadena de producción de banana y los medios de subsistencia de los agricultores que lo cultivan.
La diferencia de The Last Banana es que no es comercialmente accesible y no depende de procesos de uso intensivo de energía para su producción.
Con esta iniciativa, «damos un paso adelante y logramos soluciones climáticas inclusivas y equitativas con agricultores en la acción climática y evitar correr el riesgo de perder nuestros productos alimenticios para los consumidores», expone Melissa Duncan, directora ejecutiva de Fairtrade International.
La banana
El comercio de la banana suma un valor de exportación de 7.000 millones de dólares cada año y «el cultivo está en riesgo por el cambio climático y las amenazas que plantean las enfermedades de las plantas como Fusarium TR4», según el estudio Fairtrade and Climate Change publicado a finales de 2021.
El estudio también encontró que los patrones climáticos dramáticos provocados por el cambio climático afectarán la producción agrícola en regiones clave de todo el mundo, desde América Latina hasta Asia-Pacífico.
Se espera que los productores de banano en el Caribe y América Central se enfrenten a menos precipitaciones y temperaturas más extremas, mientras que los del sudeste asiático y Oceanía verán un mayor riesgo de ciclones tropicales, según el estudio.