Fresneda ha informado en Albacete que la organización agraria calcula que los agricultores y ganaderos de Castilla-La Mancha han perdido unos 1.000 millones de euros en 2022 debido a factores como el incremento de los costes de producción y la sequía.
Fresneda ha explicado que el aumento medio de los gastos en el campo ha sido del 164 % y ha especificado que solo en carburantes están pagando un 105 % más que en 2021, un 320 % más en electricidad, un 94 % por los fertilizantes y un 263% por productos fitosanitarios, en tanto que los piensos han experimentado un encarecimiento del 70 %.
Asimismo, ha calificado de «hipócritas» a todos los que denuncian las subidas de los precios en origen y ha puesto como ejemplo que mientras el melón ha afrontado una subida de costes del 138 %, su precio ha subido un 42 %, mientras que en el caso del girasol, ha sufrido un encarecimiento de costes del 98 %, pero su precio en origen se ha incrementado solo un 31 %.