La ola de calor que ha sufrido Europa en general, y la del Reino Unido, en particular, ha tenido consecuencias para los cultivos frutícolas, ya que la oferta de fresas y cerezas se disparó por encima de las expectativas.
La mayoría de los productores británicos ha tenido exceso de oferta y algunas cadenas han tenido que salir en auxilio de los productores para aliviar la carga de oferta de los almacenes.
La británica Tesco redujo el precio de sus fresas y cerezas tras la ola de calor y puso cajas de un kilo a precio reducido, con buena respuesta de la clientela.
Tesco ha sido la cadena que mejor ha reaccionado ante la solicitud de sus proveedores por la ola de calor, ya que «ha supuesto un incremento de la fresa entre un 10-15 por ciento más alta de lo normal», apunta Laura Mitchell, ejecutiva de compras para berries de Tesco.