El sabor es el leit motiv del desarrollo varietal de BASF en la categoría de melón y que continúa mejorando variedad tras variedad. El último ejemplo de ello es Saramir F1* su nuevo Charentais para ciclo temprano (trasplantes de final de febrero y principios de marzo).
“Con Saramir F1* elevamos el estándar de sabor del Charentais temprano”, afirma Enrique Ballester, Account Manager de melón de BASF, y “damos así respuesta a una demanda clara del mercado, puesto que, a día de hoy, es difícil garantizar una gran calidad organoléptica en este segmento”. Pero BASF lo ha conseguido.
Saramir F1* cuenta con un alto nivel de Brix, por encima de la media de su segmento (entre 14º y 16º Brix). Externamente, mantiene un buen escriturado hasta el final del cultivo, transmitiendo una sensación de frescura durante más tiempo.
Agronómicamente, Saramir F1* tiene resistencia a pulgón y muy buen comportamiento frente a oídio (3.5). Pero no sólo eso, con esta nueva variedad, BASF da un nuevo impulso a su gama de melón Charentais apostando por variedades con un potente sistema radicular que les va a permitir, por un lado, mejorar su capacidad de cuajado y sanidad vegetal; y por otro, mantener la calidad que siempre ha caracterizado a los melones de BASF.
Esa potencia radicular se traduce, asimismo, en una mayor sostenibilidad, puesto que Saramir F1* ofrece una mejor respuesta frente a plagas y enfermedades, de modo que se reduce la aplicación de tratamientos. Además, la calidad homogénea de sus frutos hace que su rendimiento comercial sea mayor, reduciendo de este modo el destrío y, con él, el desperdicio. Asimismo, y gracias a su flexibilidad, Saramir F1* permite alargar aún más el ciclo temprano de melón Charentais.
Un completo portfolio
La última incorporación al portfolio de BASF viene a sumarse a Eclair F1 (ciclo muy temprano), Khorum F1, Torum F1 y Arum F1. En el caso de Torum F1 (para ciclo medio y tardío), con tan solo dos años en el mercado, ha logrado ganarse la confianza de los principales operadores del sector. Y lo ha hecho gracias a una planta fuerte desde el punto de vista agronómico, con resistencias a oídio (3.5) y pulgón, y un fruto atractivo externamente y de gran calidad interna.
BASF completa, de este modo, el ciclo de melón Charentais en España, aportando resistencias y un alto estándar de sabor en un mercado muy exigente.