Grupo Agroponiente continúa el desarrollo de su estrategia sostenible que, desde hace años, afecta transversalmente a todas áreas, actividades y proyectos de la compañía, conformándose una acción común y conjunta comprometida con el medio ambiente, la sostenibilidad y el futuro dee nuestro planeta.
No se trata, por tanto, de acciones aislaas sino de una estrategia general en la que se plasman objetivos claros y acciones concretas que, de esta manera, se han traducido en un cambio profundo de la compañía. De esta manera, en el último año, Grupo Agroponiente ha conseguido reducir su huella de carbono nada menos que en un 46%, lo cual supone haber superado con creces los objetivos inicialmente trazados.
Pero los logros y consecución de objetivo no termina ahí ni mucho menos. Así, la compañía ha conseguido que toda la electricidad que utiliza proceda ya de energías renovables, lo cual va a posibilitar que esa reducción de la huella de carbono sea mucho más acusada en el balance del presente año. Además, la empresa ha implantado también un sistema de medición de la huella de carbono por producto, habiéndose terminado ya las mediciones tanto en tomate como en pimiento. En este último producto, el balance del año anterior se ha fijado en una reducción de 3.791,3 toneladas de CO2, lo cual equivale a las emisiones de cuatro coches al año.
Hay que recordar que Grupo Agroponiente ha incorporado a sus estrategias y a su sistema de valores el cumplimiento de los Diez Principios del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, lo cual se traduce en la plasmación de negocios cumpliendo siempre las responsabilidades fundamentales en materia de derechos humanos, trabajo, medio ambiente y lucha contra la corrupción; todo ello con el reto de reducir a la mitad las emisiones globales en 2030 y alcanzar el cero neto en 2050.
En concreto, Grupo Agroponiente ha incorporado a su estrategia general corporativa el punto 2 de esos Diez Principios del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, que se refiere al aseguramiento de la sostenibilidad de sistemas de producción de alimentos y prácticas agrícolas resilientes; así como el 6.4, sobre el uso eficiente de los recursos hídricos; el 8.8, para promover un entorno de trabajo seguro y sin riesgos; y el 12.3 y 12.4, a fin de reducir a la mitad el desperdicio de alimentos y gestionar ecológicamente los productos químicos.
Ese marco general se ha traducido en acciones concretas, como el Plan de Igualdad y Diversidad, que contempla la inclusión laboral de personas en riesgo de exclusión; el Plan de Luxemburgo, que reconoce a las empresas en la promoción de la salud en el trabajo; la colaboración con organizaciones sin ánimo de lucro, como la Asociación Española Contra el Cáncer, la Asociación Soy Especial y Qué, la Asociación Salud Mental de Águilas con la creación de un menú solidario, el Secretariado Gitano y también con diferentes organizaciones y eventos deportivos, al objeto de impulsar la relación entre el deporte y la alimentación saludable, como elementos clave en el impulso de la salud.