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La muerte gradual del aguacate preocupa a investigadores y agricultores

La muerte regresiva de cosechas tropicales como las del aguacate y el mango preocupa a investigadores y agricultores y ha sido uno de los asuntos abordados en las Jornadas Técnicas dedicadas a estos frutos que organiza la Asociación Española de Tropicales en Torremolinos.

El encuentro pone el foco en las nuevas tendencias de producción, investigaciones o estrategias emergentes, entre otros asuntos, de la mano de profesionales involucrados en toda la cadena productiva del cultivo tropical, desde la cosecha hasta la venta.

La investigadora de Microbiología y Patología Vegetal de la Universidad de Málaga Eva María Arrebola, que ha intervenido en las jornadas, ha asegurado a EFE que el principal problema que sufre el aguacate, sobre todo desde hace tres años, es la enfermedad del hongo aéreo.

Ha explicado que afecta en mayor medida a este cultivo por el estrés hídrico al que está sometido, lo que le convierte en “blanco fácil” para este tipo de organismos invasores.

Su grupo de investigación, formado por docentes, investigadores y estudiantes, está centrado en el estudio de este hongo, que además de afectar al aguacate daña a otros árboles como el castaño o la vid.

La enfermedad afecta a los vasos comunicantes de agua y nutrientes de la planta, lo que origina que se pudran las “venas” del árbol y se produzca una muerte parcial.

“Los estudios indican que es necesario un control integrado del cultivo, que englobe el manejo, la nutrición o el entorno del árbol“, ha destacado la investigadora, que considera que se debe cuidar este cultivo “por el peso que tiene en la economía no solo malagueña, sino de toda la costa mediterránea andaluza”.

Su grupo de expertos aconseja, ante la muerte del aguacate, tomar medidas como utilizar variedades más resistentes o modificar el sistema de riego para hacerlo más eficiente, lo que es “esencial para evitar el estrés hídrico y el derroche de agua”, según Arrebola.

Estas jornadas, que se clausurarán este jueves en el Palacio de Congresos de Torremolinos, ayudan a los agricultores a no sentirse solos ante la muerte del aguacate, ya que muchos de ellos “están desesperados y no saben que hay investigadores buscando soluciones”.