Al llegar a la reunión de titulares de Agricultura de los Veintisiete que se celebra hoy en Luxemburgo, Planas señaló que las llamadas cláusulas espejo deben ser «compatibles a nivel internacional» y, por tanto, «no crear distorsiones de comercio, no ser medidas ocultas de retorsión o de freno al comercio».
«Esto es importante y hay que aceptarlo y, por tanto, hay que llevar a cabo un trabajo muy importante dentro de la Organización Mundial del Comercio (OMC), pero también en la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y en el Codex Alimentarius en particular», declaró.
Los ministros de los Veintisiete van a debatir este lunes un informe de la Comisión Europea en el que la institución dice ver margen para poder exigir a los alimentos importados por la Unión Europea los estándares de producción ambientales y sanitarios que rigen para los productos europeos, siempre que se respeten las normas de la OMC.
Francia, que ocupa este semestre la presidencia de la UE, ha convertido el objetivo de impulsar la reciprocidad en los estándares de producción en una de sus principales prioridades, si bien la guerra de Ucrania ha restado protagonismo a esa posibilidad.