El Gobierno, en un comunicado, ha estimado que los recortes de módulos junto a la reducción del 20 % en el rendimiento neto, aprobado para todo el sector agrario establecido en marzo con el Real Decreto-Ley 4/2022 para paliar los efectos de la sequía y el alza de los costes de producción, beneficiará a 900.000 productores.
La rebaja total fiscal para el sector, según ha precisado el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) en un comunicado, se estima en unos 1.093 millones de euros.
Con carácter estatal, para los agricultores se reduce el índice de rendimiento neto del 0,32 al 0,22 en el caso de uva para vino con denominación de origen (DO) y del 0,26 al 0,18 para la uva para vino sin DO.
A esta bajada de los índices con carácter nacional la normativa ha añadido otros sectoriales por comunidades autónomas, provincias y municipios, entre los que el MAPA menciona la aplicada para los frutos secos en importantes áreas productoras.
Agricultura ha recordado que el sistema de estimación objetiva es el mayoritario entre los agricultores y ganaderos en España y ha resaltado que sus reducciones reflejan la pérdida de rentabilidad a causa de los efectos de la borrasca Filomena en enero, las heladas de marzo y la falta de precipitaciones a lo largo de 2021.
La orden recoge además recortes en el índice aplicable a las actividades ganaderas que alimenten el ganado con piensos y otros productos adquiridos a terceros, siempre que éstos representen más del 50 % del importe total de la alimentación animal.
Prevé que la reducción por este último concepto -el índice único para todos los sectores ganaderos se ha fijado en 0,50- equivale a unos 38 millones de euros.
Esta normativa también amplía en cinco puntos la reducción del coeficiente corrector por uso de electricidad para el riego que se ha aplicado en años anteriores, una rebaja que estima en unos 39 millones de euros.
Como ejemplo, precisa que los agricultores que utilizan la electricidad para el riego se beneficiarán de una minoración del 25 % en el rendimiento neto para cultivos regables -el año anterior fue el 20 %-, extensible a todos los regadíos, y no solo a los de consumo estacional.