La presidenta y el director general de Afrucat, Montse Baró y Manel Simon, respectivamente, se han reunido esta mañana con la consellera Teresa Jordà y han cuantificado en entre 20 y 30 millones de euros los costes fijos que las empresas frutícolas afrontarán esta campaña.
En este sentido, Simon ha lamentado que “hacía más de 40 años que no se vivía una helada tan devastadora como la de esta campaña y las pérdidas de producción serán históricas”.
De hecho, según los primeros datos recogidos por Afrucat y a la espera de analizar las previsiones de cosecha definitivas, entre el 70 y el 85% de toda la fruta de hueso catalana no se podrá recoger este verano, así como tampoco se podrá cosechar entre el 35 y el 40% de la pera, y entre el 15 y el 20% de la manzana.
Por ello, Baró ha destacado la “necesidad de apoyar a las centrales manipuladoras con base productiva para intentar que nadie se quede atrás y evitar así el riesgo del cierre de empresas”.
Afrucat han presentado a la consellera un modelo de ayuda a los costes fijos “no flexibles” de las centrales, que tendrían que materializarse en ajustes por fuerza mayor dirigidos a las centrales con base productiva.