El mercado mayorista Mercabarna ha inaugurado este jueves Foodback, un centro de aprovechamiento alimentario pionero en España que dará una segunda vida a frutas y verduras no comercializables, pero que son totalmente aptas para el consumo humano.
Esta iniciativa, fruto de la colaboración público-privada y la implicación de 10 entidades y cerca de 600 empresas de Mercabarna, pretende multiplicar por 2,5 el aprovechamiento alimentario en el mercado mayorista en cinco años, pasando de las entre 1.000 y 1.500 toneladas de productos recuperados actualmente, a entre 3.000 y 4.000 toneladas.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; la consellera de Acción Climática, Alimentación, y Agenda Rural, Teresa Jordà; la presidenta de Mercabarna, Montserrat Ballarín; el presidente del Banco de Alimentos de Barcelona, Lluís Fatjó-Vilas, y la directora del Área de Relaciones con Entidades Sociales de la Fundación «la Caixa», Joana Prats, han participado en la inauguración del centro.
Además de combatir el derroche alimentario, esta iniciativa pionera de bioeconomía circular también contribuye a la reducción de emisiones contaminantes y fomenta la inserción sociolaboral, ya que los trabajadores del centro son personas en situación de vulnerabilidad de la fundación Formació i Treball.
La construcción y equipamiento del centro han supuesto una inversión de un millón de euros, a cargo de Mercabarna y el Ayuntamiento de Barcelona.
El presupuesto anual de gastos de explotación se ha calculado en casi 400.000 euros, que serán asumidos por la Fundación «la Caixa», Mercabarna y el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural.
Con una superficie de 900 metros cuadrados y ubicado al lado del Punto Verde de Mercabarna, Foodback es el equipamiento clave en el nuevo sistema de gestión de materia orgánica de Mercabarna. Desde allí se centraliza la recepción del excedente de frutas y hortalizas de las empresas mayoristas del mercado y se hace el triaje para darles una segunda vida.
Tras el cribado, el producto aprovechable para el consumo humano se distribuye a entidades sociales de toda Cataluña para que llegue a las personas que más lo necesitan, mientras que el no apto para alimentación se traslada al Punto Verde para ser revalorizado como compostaje.
Paralelamente a la distribución directa de las frutas y hortalizas, desde el Foodback se llevarán a cabo iniciativas de transformación de los alimentos para aprovechar al máximo los excedentes, como por ejemplo la elaboración de comidas para comedores sociales.
«No conocemos que haya un centro similar en todo el Estado, estamos haciendo una experiencia pionera, esperemos que sirva de inspiración», ha subrayado Colau, que ha destacado los beneficios tanto medioambientales como sociales de la iniciativa.
La alcaldesa ha recordado que el sistema alimentario global es responsable de un tercio de las emisiones contaminantes y ha abogado por una transformación del modelo de producción, distribución y consumo.
Por su parte, Jordà ha enfatizado que el proyecto supone «un paso firme y valiente» en el compromiso de Mercabarna en la lucha contra el derroche alimentario, resaltando que devuelve el valor a los alimentos y convierte «residuos en recursos».
Con el objetivo de transformar el sistema alimentario, la consellera ha pedido priorizar los productos frescos, de temporada y de proximidad, y valorarlos por sus cualidades alimenticias y no por su aspecto: «No podemos comer de todo durante todo el año si queremos comer bueno», ha dicho.
En su intervención, Ballarín ha hecho un repaso de las acciones de Mercabarna para combatir la «lacra y vergüenza colectiva» que representa el derroche alimentario, recordando que ya en 2002 el mercado mayorista cedió un almacén al Banco de Alimentos para recibir excedentes de alimentos.
Desde el Banco de Alimentos, Fatjó-Vilas ha subrayado la finalidad social del proyecto, resaltando que, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 20 % de la población con menos renta de España se alimenta con una dieta «desequilibrada, hipercalórica y en la que faltan alimentos esenciales de origen vegetal».
El Foodback está gestionado por Mercabarna juntamente con actores de la economía social como la Fundación Banco de Alimentos de Barcelona y Formació i Treball, y cuenta con la colaboración de la Asociación de Empresas de Mercabarna (ASSOCOME), Cáritas Barcelona, Cruz Roja Cataluña, el Ayuntamiento de Barcelona, la conselleria de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural y la Fundación «la Caixa».