Y es que Penny Market no quiere quedarse con el nombre de ‘hard discount’ y por este motivo trabaja en nuevos formatos más adecuados a los tiempos de hoy.
Penny se aleja del formato ‘hard’ de precio y espacio y se abre a un marco «más moderno y cómodo con un área de venta de 1.000 metros cuadrados», señalan desde la cadena.
El nuevo espacio fresco de Penny ofrece a sus clientes más departamentos frescos de frutas y hortalizas y más presencia de proveedores locales.
Penny busca destacar sostenibilidad y regionalidad. Para eso la cadena ha adoptado tecnologías de bajo impacto medioambiental capaces de mejorar la percepción de la tienda.