Las últimas lluvias están aliviando las necesidades hídricas y mejorado los rendimientos de la patata que comenzará a recolectarse en Andalucía desde mediados de abril, un cultivo cuya superficie los productores apuestan por elevar, después de reducirse en la última década por el alza de las importaciones.
Así lo ha asegurado el responsable del sector de la patata de la Asociación de Empresas Productoras y Exportadoras de Frutas, Hortalizas, Frutos Secos y Flores y Plantas de Andalucía (Asociafruit), Marcos Antonio Román, quien ha avanzado que la producción será esta campaña de una «excelente calidad«.
Esta organización celebrará el próximo 28 de abril el quinto Congreso Patata Nueva de España, con una mirada a la sostenibilidad del cultivo y a las nuevas exigencias normativas y del mercado.
En concreto, este año se han plantado cerca de 15.000 hectáreas, entre un 5 y un 8 % menos que en la anterior, una cifra muy alejada de las 30.000 o 40.000 hectáreas que se sembraban hace 15 años, ha lamentado Román, quien achaca al repunte de las entradas de patata, sobre todo de Francia, esa menor dedicación a su cultivo en Andalucía.
«Los precios también serán más altos, debido a la fuerte subida de los costes de los insumos, que en el caso de los fertilizantes se han duplicado«, ha explicado no sin antes apuntar a que, «aun así, es un producto commodity popular y barato«.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) acaba de difundir un estudio sobre las características del sector de la patata en España en el que pone de relieve que el valor de su producción alcanzó los 566 millones de euros en 2021, el 4,8 % de total de la Unión Europea, que encabeza Francia con 4.370 millones de euros.
La producción española alcanzó los 2,14 millones de toneladas el pasado ejercicio, un 1 % menos que en la media del periodo 2016/20, con un rendimiento récord de 32,5 toneladas por hectárea, que este año Román prevé que se sitúe entre las 35 y 40 toneladas en los campos sevillanos y gaditanos.
Castilla y León lidera la lista de producción de patata en España, con una cuota del 37,8 %, seguida de Galicia, con el 17,8 %; Andalucía, con el 14,7 % del volumen; en cuarto lugar está Murcia (7,7 %), por delante de Canarias (3,6 %), Comunidad Valenciana (3,6 %) y el resto las regiones (14,8 %).
Saldo comerial negativo
El ministerio dedica en el estudio un apartado al comercio exterior de este tubérculo, que en 2021 arrojó un saldo «marcadamente negativo», debido a la «elevada importancia del comercio comunitario», con Francia como país originario del 81 % del volumen de las importaciones españolas.
Por detrás de Francia aparecen a muchísima distancia y por este orden Reino Unido, Países Bajos, Portugal, Israel, Egipto, Marruecos y Alemania.
En 2021, España importó patatas por valor de 203 millones de euros mientras que exportó por valor de 102,3 millones.
En toneladas, España vendió en otros países de la UE 267.700 toneladas y recibió del mercado comunitario 740.900 toneladas; importó otras 83.200 toneladas desde países terceros y exportó a ellos otras 21.100 toneladas.
Según el MAPA, la evolución de las importaciones tiene una tendencia alcista en los últimos años y han crecido desde las 665.122 toneladas de 2016 hasta las 824.106 toneladas, una cifra que tan solo fue superada en 2020, año de inicio de la pandemia de la covid-19, cuando se registró la entrada récord de 857.313 toneladas del exterior.