En la carta, enviada a petición de WWF, estas empresas aseguran que están «comprometidos a garantizar» que los productos que venden «se produzcan de manera sostenible» y están trabajando para asegurar que sus proveedores «minimicen sus impactos ambientales y sociales».
Señalan que han conocido que el Parlamento de Andalucía está tramitando una proposición de ley para modificar el «Plan Especial de Ordenación de Regadíos de la Corona Forestal de Doñana» y que organismos internacionales como la Unesco, Ramsar o la Comisión Europea han expresado su preocupación al respecto.
Al igual que estos organismos, las empresas muestran su preocupación por la afección que pudiera implicar la modificación de este Plan Especial, una herramienta que consideran «importante para asegurar un cultivo más sostenible en el origen de la cadena de suministro».
«Nos preocupa que los cambios propuestos socaven este objetivo y pongan en peligro a Doñana Parque Nacional; la sostenibilidad es un tema importante para los consumidores y las empresas«, señalan, para después añadir que «deben tomarse las medidas adecuadas para garantizar la sostenibilidad de la gestión del agua y el suelo en Doñana a largo plazo».
Entienden que «si esto no tiene éxito, la reputación y el desarrollo a largo plazo de la región como zona de abastecimiento están en riesgo» y hacen un llamamiento al Gobierno de España y, en particular, a la Junta de Andalucía para «implementar el Plan Especial vigente en los plazos establecidos y consolidar la superficie agrícola regable tal y como se definió en él».
Entre las empresas se incluyen algunos de los minoristas de alimentos más grandes del continente como Aldi, Asda, EDEKA, Lidl, Migros, Sainsbury’s y Tesco.
Estas empresas también se han dirigido en los mismos términos al Ministro de Agricultura y a la Vicepresidenta para la Transición Ecológica.
Por su parte, WWF, en un comunicado, considera que PP, Cs y Vox, impulsores de la proposición de ley «están agravando la situación de la fresa de Huelva, que actualmente está pasando una importante crisis ante la huelga del transporte, la sequía o la subida de los costes de producción».
Por ello, les pide «reflexión sobre la advertencia sin precedentes de estos supermercados, industrias y empresas comercializadoras europeas, y considerar el daño que se puede causar a la reputación internacional y a las ventas de las fresas onubenses en Europa ante las reticencias, cada vez mayores, de los consumidores de no adquirir productos regados ilegalmente que puedan poner en riesgo espacios naturales como Doñana o el Mar Menor».