Coexphal, a través de su departamento de Técnicas de Producción, organizó recientemente, con la colaboración de Bioline Iberia y dentro del proyecto europeo H2020 IPMWorks, una nueva jornada demostrativa en un invernadero de calabacín redondo.
En esta ocasión, participaron una quincena de técnicos de las cooperativas y alhóndigas más importantes de Almería y Granada, que pudieron comprobar la efectividad del control biológico en el cultivo de Sergio Hernández, agricultor de la alhóndiga La Unión.
Este agricultor, especializado en calabacín y aplicando el control biológico desde hace siete años, mostró a los técnicos asistentes su estrategia para prevenir los daños de mosca blanca (y su consecuencia en virus de Nueva Delhi) así como de trips con sueltas de fitoseidos y la alimentación complementaria con ácaros presa.
Gracias al uso de Amblyseius montdorensis, incluso desde el semillero, la abundancia de mosca blanca, habitual en la zona y en este tipo de cultivo, ha sido muy baja, igual que la incidencia de virus ‘de Nueva Delhi’. La mayoría de las plantas afectadas fueron replantadas el pasado noviembre y diciembre, y, con todavía un mes por delante, se espera una cosecha que supera lo habitual en este cultivo.
Igualmente, la población de trips, que se había disparado tras el arranque de un cultivo vecino de pimiento, se ha controlado perfectamente con el uso de A. montdorensis y sin haber detectado apenas presencia de pulgón hasta la fecha.
Para Jan van der Blom, responsable del Departamento de Técnicas de Producción de Coexphal, “estas jornadas demostrativas son la mejor forma para que tanto los técnicos como los agricultores asistentes pueden comprobar in situ la alta eficacia del uso del control biológico, con el testimonio directo de los agricultores que lo practican”.
Por su parte, Eduardo Crisol, coordinador del proyecto europeo IMPWorks en COEXPHAL, explica que el objetivo de este proyecto, compartido con otros sistemas agrarios en Europa como frutales o cultivos de aire libre, es fomentar el uso del manejo integrado de plagas para reducir el uso de pesticidas, siguiendo las directrices del Pacto Verde europeo. En los invernaderos de Almería y Granada estamos realizando actividades demostrativas en campo para que técnicos y agricultores intercambien experiencias y así contribuir a que crezca la práctica del control biológico”.
Finalmente, Manuel Gómez, responsable de Desarrollo de Bioline Iberia, destacó que la estrategia de control biológico en el caso del calabacín es garantizar que haya todo tipo de ácaros durante el cultivo para así obtener un buen control de mosca blanca, que es la principal plaga y transmisora del virus Nueva Delhi, empezando por el semillero, y acompañado las sueltas, que en este caso el A. montdorensis, de ácaros presa, además de otras medidas preventivas para el control de pulgón con plantas reservorio y de cereal, aunque lo habitual es usar el Amblyseius swirskii.
En esta demostración también participa la Junta de Andalucía. La jornada contó con la presencia de Adolfo Chavernas, coordinador provincial de Sanidad Vegetal de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, así como de Carmen Méndez, de la Red de Alerta e Información fitosanitaria (RAIF) de Andalucía en Almería, que desde la administración trabajan en el fomento del control integrado en el campo andaluz. A través de los testimonios grabados en vídeo, Carmen periódicamente informa en la página web del RAIF sobre los avances del cultivo y, en particular, sobre los pormenores del control de plagas.
Sobre Proyecto IPMWorks
Coexphal y la cátedra de Coexphal-UAL participan en este proyecto, que tendrá una duración de 4 años. En IPM Works colaboran un total de 31 entidades de 16 países. El proyecto se dirige a casi todos los sistemas agrícolas, incluyendo cultivos al aire libre, frutales y vid.
Coexphal lidera la parte del grupo dedicada a los cultivos hortícolas bajo cubierta, con representantes de Bélgica. Los invernaderos europeos tienen en común que el control biológico ya está firmemente implementado como técnica base, pero en cada zona hay cultivos más problemáticos o plagas contra las que no hay soluciones satisfactorias.
En Almería y Granada, Coexphal trabaja para aumentar el control biológico en cultivos como calabacín y pepino, o como en los cultivos de sandía, sobre los que pesan numerosos falsos mitos de la efectividad del control biológico en estas cucurbitáceas, y jornadas demostrativas como la de hoy demuestran todo lo contrario.