Torres ha asegurado que el sector del tomate «es un mercado fundamental, que mantiene a miles familias, especialmente en Gran Canaria, y tendrá al Gobierno de Canarias a su lado para buscar mecanismos de superviviencia» y se buscará «la salida para que el campo en Canarias tenga futuro».
El tomate, con un cultivo de unas 400 hectáreas -principalmente en Gran Canaria- y unos 4.000 trabajadores, sufre «una situación agónica» desde hace años, a la que se han unido la competencia desleal de Marruecos, la pandemia, el Brexit y el aumento del precio de los insumos, entre otros factores, ha señalado el presidente del Cabildo, Antonio Morales.
Torres y Morales se han reunido con representantes del sector tomatero en las islas para avanzar en un plan de reconversión para el sector y analizar las ayudas que este recibe.
Tanto los productores y exportadores como las instituciones trabajan en un plan de reconversión, para que quien lo desee opte por cultivos de pimientos, pepinos, papayas o aguacates, por ejemplo.
El presidente canario ha asegurado que se articulará un mecanismo común para darle respuesta muchas de las cuestiones, y que ya se dan ayudas para la diversificación, de 15.000 euros por hectárea, aunque los tomateros piden que esta cantidad se aumente.
«Vamos a hacer los esfuerzos precisos para que el tomate siga teniendo presente y futuro en Canarias, así como para que otros productos se puedan introducir, porque tenemos un clima magnífico para que sean productos rentables», ha asegurado Torres.
Entre las ayudas que el sector tomatero recibe, Torres ha mencionado la del POSEI hasta 2027, que el presidente canario considera «una gran noticia».
Asimismo, durante la reunión se han abordado las ayudas para paliar las consecuencias de la pandemia, entre las que el Gobierno de Canarias aporta 8,5 millones, y los fondos para la comercialización y el transporte procedentes del POSEI.
El representante de FEDEX, José Juan Bonis, ha indicado que han pedido que se actualicen las ayudas derivadas de la pandemia.
Sobre la reconversión ha destacado que se trata de una decisión de cada productor, y hay algunos que ya han optado por plantar pimientos y pepinos, y también se barajan la posibilidad de cultivar papayas o aguacates.
El presidente del Cabildo ha insistido en que «el tomate es un sector estratégico para la economía grancanaria. Ha contribuido durante décadas a la diversificación de la economía pero es verdad que en los últimos años ha ido entrando en una crisis que va agotando las posibilidades de subsistencia».