Los nuevos hábitos arrastran a la achicoria a lo anecdótico entre los consumidores belgas. Las cifras que facilita la consultora GfK indica que esta categoría ha visto perder un kilo en los últimos 20 años y ha pasado de un consumo de 4 kilos per cápita a los 3 kilos actuales, pero «sin haber un cambio inmediato a la vista del perfil de comprador de la categoría».
Los consumidores menores de 40 años «ignoran la achicoria», señalan desde la consultora GfK. El consumo de achicoria sigue estando en manos de los consumidores mayores y «cuanto más mayor el consumidor más consumo de achicoria», señalan desde GfK.
«Esto explica los platos bastantes clásicos con achicoria que comemos en casa», señalan desde la firma líder de la oferta hortícola belga, BelOrta.
Los belgas suelen combinar la achicoria con patatas, huevos, jamón cocido, pavo, preparados de queso, cerdo asado o lomo de cerdo. «Es habitual ver el consumo de la categoría en invierno y los fines de semana, aunque hay disponibilidad del producto durante todos los meses», señalan desde la firma.
BelOrta busca recuperar el consumo de esta categoría tan belga y por este motivo la firma líder se ha propuesto enseñar a los jóvenes a consumir achicoria de manos del chef Bart Tastenhoye y de Rita Degreef.
El chef mostró a los estudiantes de la ciudad belga de Lovaina como realizar achicoria de manera divertida con sirope, manzanas, canónigas y nueces tostadas. El chef recordó que la achicoria es «un producto local y tiene muchas prestaciones».
BelOrta ha puesto en marcha un blog para dar a conocer diversas recetas con achicoria. Pero mientras el consumo de achicoria sigue perdiendo interés.