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La sobreexplotación de acuíferos hunde el terreno en grandes áreas de España

La sobreexplotación de los acuíferos, con la extracción de cantidades de agua superiores a las que pueden recargar de forma natural, amenaza con hundir el terreno sobre el que se asienta el 19 % de la población mundial, un riesgo que se cierne también sobre España.

En España, los investigadores han documentado los efectos de esa sobreexplotación de los acuíferos en Cataluña (en el delta del Llobregat y el delta del Ebro); en Zaragoza (en la Cuenca del Ebro); en el acuífero de Madrid, en la vega de Granada, Sevilla y en la cuenca del Guadalentín-Segura en Murcia.

La tecnología la clave

Para reducir esos efectos, lo importante es apostar por el máximo aprovechamiento del agua en los distintos procesos agrícolas. Desde el productor, con una mayor apuesta por la tecnología de precisión con el uso, entre otras herramientas, de instrumentos de medición de temperatura, en los que Endress and Hauser España es una auténtica referencia. De hecho, se trata de poner a disposición del agricultor y de la empresa de alimentación, ya sea desde la comercialización hasta la planta de procesamiento, una tecnología puntera.

En el caso del productor, les ofrece herramientas de campo diseñadas para mejorar sus procesos. Sus instrumentos de campo utilizan diferentes principios de medición para operar de forma fiable y precisa en cualquier situación, con lo que se gana en sostenibilidad y se ayuda también al propio agricultor a reducir costes.

La automatización de los procesos y la robótica, por ejemplo, de almacenes es una realidad presente y, sin duda, una parte de la futura transformación digital. De hecho, pueden simplificar el rendimiento de las tareas manuales, con mucho menos tiempo y costo y una mayor eficiencia.

No hay que olvidar que el tratamiento de la fruta y la hortaliza no se acaba cuando se recolecta en el campo. Una vez pasa la puerta de muchas comercializadoras esta fruta u hortaliza es lavada, cortada, destroncada, pelada, empaquetada y etiquetada, entre otras acciones.

“El futuro ya está aquí y no queda más más remedio que adaptar nuestros almacenes o las plataformas a las nuevas oportunidades que nos ofrecen los avances tecnológicos. Los profundos cambios en la sociedad de consumo, los avances en tecnología y software y las nuevas formas de operar en las empresas marcan la tendencia”, apunta José Manuel Fernández, gerente de Vicasol. En definitiva, tal y como afirma el propio Fernández es ser más “sostenibles”.

Producciones más sostenibles

La sostenibilidad viene de la mano no sólo de la tecnología, sino también de la propia producción, que va evolucionando hacia una agricultura más ecológica o, por lo menos, que utiliza menos herbicidas.

Un estudio desarrollado por investigadores del Departamento de Botánica y Fisiología Vegetal de la Universidad de Málaga ha alertado de que el uso indiscriminado de herbicidas en la agricultura intensiva supone un riesgo para los ecosistemas de agua dulce. De hecho, los autores han resaltado que el uso creciente de estos productos afecta a microorganismos fundamentales para la producción primaria, ha informado la Universidad de Málaga.

Los investigadores han estudiado cómo el aumento sostenido de herbicidas en estas masas de agua –pantanos, humedales o ríos- afecta a dos organismos fitoplanctónicos modelo –una cianobacteria y una microalga-, responsables de producir materia orgánica a través de la fotosíntesis.

De tal manera, lo que busca el sector es trabajar en pro de una agricultura sostenible, no sólo desde el origen, es decir, desde el productor sino también desde la comercialización, la industria alimentaria, el packaging, la logística y, finalmente, el consumidor, que a la postre es el receptor final de la fruta y de la hortaliza.